
Analiza en línea
Mariel Álvarez Sánchez
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Mariel Álvarez Sánchez
A solo cuatro días de que termine el plazo legal para que el Congreso local apruebe el Paquete Fiscal 2022 que habrá de regir al Gobierno, organismos descentralizados y 125 municipios del Edomex; aún no hay acuerdo; vaya, ni siquiera discusión en comisiones.
El año pasado pasó algo similar; no cabe duda que ese Maurilio Hernández, líder de la bancada morenista y presidente de la Jucopo, es un hueso duro de roer.
No es posible que ni siquiera porque la mayor parte de la deuda pública solicitada, que es de 9 mil mdp, es para las obras icónicas de la 4T; del gobierno de su jefe supremo, Andrés Manuel López Obrador, cede en la discusión.
Diputados de las fracciones parlamentarias de Acción Nacional, Enrique Vargas del Villar y del PRI, Elías Rescala Jiménez; han acusado directamente a los legisladores morenistas de no avanzar en la discusión del Presupuesto de Egresos del GEM. Han repetido que son obras para el gobierno federal que ellos mismos encabezan, pero los de Morena, ni un paso atrás.
El problema es que, de no aprobarse el presupuesto antes del 31 de enero, habrá consecuencias, no sólo en la aplicación de recursos para las obras que tanto se mencionan; sino de carácter administrativo.
Podría enfrentar el gobierno estatal situaciones como las que vimos a fin de año en diversos municipios en cuanto a pago de empleados, prestaciones, aguinaldos y más; que dicho sea de paso, no se han solucionado en su totalidad. Los ayuntamientos también están a la espera de la aprobación de ese Paquete Fiscal 2022 para empezar su planeación.
El mismísimo Maurilio Hernández asegura que no es cierto, que no habrá problemas administrativos si no se aplica el nuevo presupuesto; incluso, dijo, la ley considera una probable situación como esta y entonces aplicaría el mismo paquete aprobado en el 2021.
Déjenme decirles que no estoy muy convencida de que el problema sea la aprobación de la deuda pública que pretende el GEM que es de 9,500 millones de pesos -se rumora que morena la quiere bajar a 5.500 mdp-.
Yo más bien creo que el problema es político. Al perder Morena su mayoría absoluta, peligra su supremacía y tenderá a caer el poder que había logrado. ¡Entonces qué es lo quiere? Pues negociar posiciones políticas que les permita “armarla” para el próximo año.
Y pues obviamente, como diría Andrés Manuel López Obrador, sus detractores, los conservadores, no le quieren dar esas concesiones, porque ellos también buscan avanzar seguros y fuertes rumbo al 2023; es ahí donde está atorada la negociación.
Cuando PRI y PAN acepten darle las posiciones que Morena quiere, y que la verdad no me imagino cuáles pueden ser, entonces el presupuesto saldrá avante.
Evidentemente, Morena quiere reducirle al gobierno mexiquense lo más posible el presupuesto, para cerrarle el gasto en programas que pueden redituarle votos y su permanencia en el gobierno del Estado de México; máxime cuando todo indica que irá junto con el PAN.
Aunque ahí, también tengo mis dudas. O creo que la lucha interna entre el PAN y el PRI para sacar un candidato común a la gubernatura del Estado de México; será cruenta, y aunque ya estamos acostumbrados a los ires y venires de partido en partido, esta ruptura les puede costar que Morena se adueñe también del gobierno mexiquense.
Por ahí vemos muy movidos a Alejandra Vela y Ana Lilia Herrera del PRI; pero también a Ricardo Aguilar Castillo que se ha quedado con las ganas de ser el candidato en las pasadas dos elecciones.
Por el PAN, Enrique Vargas del Villas está bien afianzado y ha movido bien sus cartas, y por Morena, Higinio Martínez no quita el dedo del renglón, pero la maestra Delfina parece ser la maciza para el Estado de México pese a todo.
Pues queda poco, muy poco tiempo y el tic tac del reloj no deja de sonar…
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