
Se busca modificar la Ley de Turismo para exigir verificación de vínculos legales entre adultos y menores en hoteles y agencias
México ocupa el segundo lugar mundial en explotación sexual infantil y el primero en consumo de pornografía infantil. “Urge proteger a la niñez mexiquense”, advirtió la diputada Krishna Romero.
Ella y el diputado Pablo Fernández de Cevallos presentaron ante el Congreso del Estado de México una iniciativa para modificar el artículo 102 de la Ley de Turismo Sostenible y Desarrollo Artesanal. El objetivo: prevenir y combatir el turismo sexual infantil, una de las formas más crueles de violencia contra niñas, niños y adolescentes.
Romero citó datos de World Vision México que colocan al país como uno de los principales destinos de explotación sexual infantil. También mencionó cifras de REDIM: entre 2019 y junio de 2024 se registraron 1,854 denuncias por trata de menores, el 76% de ellas con víctimas mujeres.
“El daño no termina con el abuso. Afecta su salud física, emocional y mental, interrumpe su educación, las expone a enfermedades y embarazos forzados, y muchas veces las condena a vivir en entornos de violencia y exclusión”, señaló.
Aunque este tipo de turismo suele asociarse con zonas costeras, Romero alertó que el Estado de México también enfrenta riesgos por su actividad turística y la constante llegada de visitantes. “La riqueza cultural de la entidad debe ser protegida. No podemos permitir que se convierta en escenario de abuso”, dijo.
La propuesta plantea que hoteles, agencias de viaje y plataformas digitales verifiquen la relación legal entre adultos y menores que viajan o se hospedan juntos. Si no se acredita parentesco, tutela o custodia, el servicio deberá negarse y notificarse a las autoridades.
Además, se busca que los prestadores de servicios turísticos implementen protocolos para prevenir y denunciar posibles casos de trata, abuso o explotación.
“La infancia mexiquense merece crecer libre, segura y feliz. Es nuestra responsabilidad protegerla con firmeza y empatía”, concluyó Romero.