
Ana Liza en línea
Por Mariel Álvarez Sánchez
A unos días de que entreguen la estafeta a las siguientes administraciones, algunos alcaldes se van por la puerta de atrás; dejando ayuntamientos quebrados y con muchos problemas legales; pero el más grande de los delitos es dejar de pagar a los trabajadores.
En este caso están Naucalpan, “la joya de la corona” como le llamaban en antaño y la capital mexiquense, Toluca.
Ambas gobernadas por morenistas; ambos ediles abandonaron la derecha -PAN-y se dijeron comulgar ideológicamente con la izquierda -morena-; ambos juraron y perjuraron que recibieron ayuntamientos en crisis y que logarían recuperar la salud financiera, terminar con la corrupción, con la delincuencia, con los baches, etc., etc.
Ambos, evidentemente, dejaron ayuntamientos peor de como los recibieron, aunque insistan en culpar a los neoliberales que gobernaron antes de que ellos -¿Dónde he oído eso?-. Ambos pretendían reelegirse y sus ciudadanos los rechazaron y ahora sabemos por qué.
Lo cierto es que se van “como las chachas”, por la puerta de atrás. Patricia Durán Revelles y Juan Rodolfo Gómez Sánchez, en quiénes tantas esperanzas tenían sus electores, dejan una gran decepción.
Y vean si no, algo temen que él, Juan Rodolfo Sánchez Gómez de Toluca; adelanta discretamente su informe un día sin dar voz y voto a sus ciudadanos y con manifestaciones por falta de pago, de servicios, obras inconclusas y la delincuencia desbordada, sobre todo en la zona norte de su municipio
Ella, Patricia Durán Revelles, también rinde su último informe a puerta cerrada, mientras afuera hay manifestaciones de empleados muriendo de hambre porque les debe hasta ocho quincenas, y para no darles la cara, sale escondida en una ambulancia.
Ahora resulta que no tienen dinero, pero durante la campaña política de reelección si había dinero y todavía hicieron muchas promesas para que volvieran a votar por ellos; pero los electores, ya no son tontos y al no votar por ellos, los reprobaron en su gestión.
Ambos gobernantes deben salarios; una flagrante violación a la Ley del trabajo y así se irán, sin importarles de qué han vivido los empleados que normalmente cuentan los días para llegar a la quincena y poder alimentar a sus familias, pagar la renta y los servicios de sus hogares y hasta el transporte para ir a trabajar. Eso a ellos no les importa.
Y digo que así se irán, porque el presidente de la Jucopo, Maurilio Hernández González informó que ya no hay tiempo para autorizar la venta de predios que solicitaron ambas demarcaciones y con cuyos recursos generados, pretendían pagar salarios y aguinaldos y tal vez algo a proveedores, que es otro tema que los ha enfrentado con ese gremio.
Su administración termina el último minuto del 2021, en 22 días y el Congreso local aún no recibe la propuesta del Ejecutivo estatal y aún faltaría la discusión, porque hay diputados que de plano están en contra de la venta del patrimonio municipal para pagar deudas.
María Luisa Mendoza Mondragón, miembro de la Jucopo y líder de la bancada del PVEM, así como el bloque minoritario integrado por el PT y MC, han manifestado su rechazo total a esta estrategia; el Grupo Parlamentario de Acción Nacional, tampoco está de acuerdo “si a la venta de inmuebles, pero no pagar deudas” asegura su líder, Enrique Vargas del Villar.
Pero las verdaderas víctimas de este asunto, son los trabajadores que han vivido de prestado por hasta 8 quincenas, en algunos casos de Naucalpan, y otros con menos, pero al fin y al cabo, no les pagan lo que ya se ganaron.
Y, bueno, para los alcaldes que entran, Angélica Moya en Naucalpan y Raymundo Martínez Carbajal en Toluca; toman ayuntamiento quebrados, conflictuados, demandados, llenos de delincuencia, faltos de servicios y con vecinos muy enojados. Tienen una ardua labor por delante para sanear sus finanzas, mejorar los servicios y reconciliar a sus comunidades.