
Se requiere un esquema de competitividad e incentivos para su contratación, detalló Massud Martínez
Toluca, Estado de México.- La integración laboral de los connacionales repatriados tras la eventual deportación de Estados Unidos requiere un enfoque serio y organizado. Su contratación no puede depender únicamente de decretos gubernamentales o buenas intenciones para crear nuevas plazas de trabajo.
Aunque ciertos sectores carecen de colaboradores, es necesario un análisis profundo, una estrategia de contratación adaptada a las regiones y sectores específicos, y una política de incentivos para que el sector privado haga realidad esta oferta.
Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, señaló que, aunque en el sector servicios y comercio hay vacantes permanentes, la alta rotación de personal encarece la operación debido a la capacitación y pago de prestaciones.
"Se trata de personas acostumbradas a ingresos superiores a los que se pagan en México. Necesitamos analizar perfiles, capacidades y su verdadera intención de permanecer en el país. Muchos podrían estar esperando una oportunidad para regresar a Estados Unidos."
Massud destacó que, aunque existe una clara intención de apoyar a los connacionales con responsabilidad, solidaridad y respeto, también es crucial mantener la competitividad de las empresas para no afectar la cadena de valor. Las autoridades deben ser fundamentales en temas de incentivos, agilización de trámites y certeza jurídica, garantizando condiciones de crecimiento económico.
En el Estado de México, actualmente hay cerca de 660,000 mexiquenses en Estados Unidos con una situación migratoria irregular, quienes forman parte de una cadena de valor importante en sus comunidades mediante el envío de remesas, que el año pasado sumaron más de 6,800 millones de dólares.
Massud recordó que también es necesario analizar el creciente número de extranjeros que, de paso por nuestro país, buscan oportunidades laborales y poco a poco han ganado terreno en establecimientos, empresas y como prestadores de servicios.
"El mercado laboral y las actividades productivas han cambiado, y debemos adaptarnos a esta nueva realidad, brindando oportunidades de empleo y desarrollo, y apostando por la seguridad patrimonial y personal de todos, exigiendo condiciones para seguir generando empresa."
Finalmente, destacó que los mexicanos en Estados Unidos son un importante generador de riqueza, aportando más de 2 billones de dólares al PIB estadounidense, por lo que no se prevén deportaciones masivas inminentes. De los más de 4.8 millones de mexicanos en Estados Unidos, se estima que alrededor del 40% podría estar en riesgo de deportación. Aunque no será de manera inmediata, deben tomarse medidas para asegurar que su regreso al país esté acompañado de oportunidades, no por mandato, sino por una estructura sólida y justa que los reciba.