Justicia en modo beta: ¿El nuevo Poder Judicial del Edomex nos hará clic?

Comunicación XXI
07.09.25 11:36 PM Comentario(s)

Ana Liza en línea
​Por Mariel Álvarez Sánchez

El 5 de septiembre de 2025, el Estado de México se despertó con toga nueva y promesas frescas. El flamante Poder Judicial, ahora con jueces y magistrados electos por voto popular, se instaló como quien llega a una casa vieja con ganas de redecorar, pero sin saber si las tuberías aguantan. Y al frente del rediseño está Héctor Macedo García, el primer presidente del Tribunal Superior de Justicia del Edomex elegido por la ciudadanía. ¿Revolución democrática o maquillaje institucional? Vamos por partes.


Macedo llegó con discurso de transformación y una lista de metas que haría sonrojar a cualquier startup: digitalización de expedientes, justicia municipal, mediación vecinal, inteligencia artificial y hasta justicia itinerante. Todo suena a justicia 2.0, pero con el reto de aplicarlo en un sistema que aún batalla con expedientes en papel y salas saturadas.


Además, prometió transparencia radical: presupuestos abiertos, estadísticas públicas y rendición de cuentas sin cita previa. En teoría, el Poder Judicial será tan accesible como una app. En la práctica, aún falta ver si el Wi-Fi institucional aguanta.


La elección de jueces y magistrados fue histórica, sí, pero también polémica. Solo el 13% del electorado participó. Hubo denuncias de “acordeones” para dirigir el voto, perfiles sin experiencia judicial y vínculos incómodos con el crimen organizado. ¿Democratización o captura política? Depende de a quién le preguntes.


Y no olvidemos el nuevo Código Penal que Macedo quiere impulsar, donde la fiscalía solo intervendría en delitos de alto impacto y lo demás se resolvería con justicia cívica. ¿Una forma de despresurizar el sistema o de dejar a las víctimas con acuerdos de café? El debate está servido.


Macedo no solo quiere modernizar el sistema, también lo quiere feminizar. De los nuevos jueces y magistrados, más del 50% son mujeres. También hay representación LGBT. Y eso, en un sistema históricamente dominado por hombres, es un paso que merece aplauso.


Pero el presidente del TSJEM fue claro: “No tenemos tiempo para pretextos”. Quiere capacitar municipios, crear justicia vecinal y delegacional, y que los conflictos se resuelvan con acuerdos antes de llegar al tribunal. Suena bien, pero ¿quién capacita a los capacitadores?


En resumen: el nuevo Poder Judicial del Edomex es una apuesta audaz. Tiene metas ambiciosas, una narrativa de cercanía y una legitimidad democrática que no se puede ignorar. Pero también carga con dudas, resistencias y una historia judicial que no se borra con votos.


¿Será este el inicio de una justicia que por fin nos escuche? ¿O solo otro capítulo de reformas que prometen mucho y entregan poco?


 Como buena Ana Liza, me quedo en línea, observando, cuestionando y esperando que esta vez, el sistema sí haga justicia… sin bugs.


Los leo en mariroma34@yahoo.com.mx


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