
Rastros y Rostros
Por Ana Lilia García Castelán
El reciente operativo "Liberación" en el sur del Edomex, concebido para debilitar al grupo delictivo La Familia Michoacana, ha sido recibido con una mezcla de esperanza y escepticismo por parte de sus habitantes; si bien la incursión de fuerzas federales y estatales generó un intenso debate y polarización, la pregunta que resuena con fuerza entre la población es: ¿será este el verdadero punto de inflexión que los 'libere' de los sobrecostos y la extorsión que padecen hace años?
La tiranía del crimen organizado en esa región es una constante dolorosa, los altos precios en productos básicos como carne, pollo, huevo, materiales de construcción y madera son sólo la punta del iceberg; como bien señalan los vecinos de Tejupilco, la extorsión se ha arraigado en todas las actividades económicas, llegando al extremo de obligar a fabricantes de tabique a pagar hasta tres pesos por block vendido; la podredumbre y el abuso se extienden a todo lo que genere dinero, asfixiando la economía local y la vida digna de sus habitantes.
Entre la Disposición Anticipada y el Clamor de Justicia: La polarización se hizo evidente con el reparto de lo incautado bajo la figura legal de la disposición anticipada de bienes; mientras algunos celebran las acciones gubernamentales, otros cuestionan la legitimidad y el impacto real de estas medidas. En San Miguel, Texcaltitlán, la resistencia de los vecinos para evitar el reingreso de autoridades a un inmueble, argumentando que el dueño también es víctima de la delincuencia y que su propiedad fue asegurada irregularmente, es un claro ejemplo de la desconfianza que persiste; a la postre ahí las autoridades se retiraron sin lograr su cometido, dejando en evidencia la complejidad del panorama social.
La audacia del crimen organizado parece no tener límites: en Lodo Prieto, Tejupilco, "la maña" se adelantó a las autoridades al sustraer decenas de cerdos y aves de una granja asegurada, dejando en ridículo a quienes pretendían repartirlos. El drama en la principal báscula de ganado de Texcaltitlán, donde dueños de 50 borregos valorados en 175 mil pesos lloraron y suplicaron mientras sus animales eran entregados a la población sin que al parecer exista una carpeta de investigación en su contra, plantea una pregunta incómoda: ¿contra La Familia Michoacana o contra el pueblo? El hecho de que varias personas beneficiadas con el ganado hayan optado por regresar los animales a sus dueños, habla fuerte sobre el sentir de la comunidad.
Si bien se reconocen los esfuerzos del gobierno federal y de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) bajo la dirección de José Luis Cervantes Martínez, cuyo trabajo destaca en la administración de la gobernadora Delfina Gómez, aún es pronto para medir los alcances de este operativo. La detención de los hermanos Olascoaga, cabezas de La Familia Michoacana y responsables de años de sometimiento en la región calentana, es una demanda latente, urgente y necesaria para una verdadera 'Liberación:..
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