Compradores temen más a una navidad sin regalos que al COVID

Comunicación XXI
20.12.20 04:51 PM Comentario(s)

Vendedores ambulantes temen más a una mala navidad que a pescar el Covid

Mariel Álvarez


De plano que la gente no le tiene el más mínimo miedo a COVID19 o más bien le tiene mucho más miedo a la pobreza y la miseria.


A partir de este sábado, el Estado de México entró nuevamente a semáforo rojo. Ese que indica que  todo lo no estrictamente necesario para vivir, tiene prohibido abrir. ¡Pero que es necesario para vivir? Bueno, eso depende desde el cristal con se mire.


Innegablemente en la zona terminal de Toluca, vender unas piezas de ropa, algún artículo, un helado, un osito de peluche, algún regalos, es de primera necesidad. Los comerciantes ambulantes le temen más a encerrarse en sus hogares a morir de habre -dice Emma- que a contagiarse de Covid en el bazar.


La gran mayoría sin cubrebocas gritan a toda voz y se le acercan a los compradores -que tampoco tienen miedo en su mayoría, por lo que se ve- caminan despacito entre los puestos y muy cerca unos de otros. Muchos, la mayoría con cubrebocas y uno que otro sin ellos. Levantan una prenda, la sueltan, la misma que cogió tal vez de una decena de personas sin ponerse gel en las manos antes de hacerlo.


-¿No le tiene miedo al COVI19?- la pregunta a Esthela, una mujer que busca rápidamente algo, no sé que es. Ella tampoco sabe.

--Pues si, pero tengo que comprar unos regalos. Ya nomás compro lo que me hace falta y me voy a mi casa.


Sí porta cubrebocas, uno sencillo, de esos que cuestan 10 pesos, pero pasa cerca, incluso hay contacto físico con otras personas sin cuido alguno.


-¿Qué busca? lepreguno

-Pues no sé, algo bonito para mi s hijos- dice, seguro esbozó una sonrisa atrás de su cubreboca de la mujer maravilla, porque sus ojos se rasgaron un poco. - ni modo que no les de nada de de navidad. Ellos no tienen la culpa y ya han pasado mucho encierro como para que no llegue Santa Clos- me dice mientras se va apresurada.


Los comerciantes por su parte, no traen cubrebocas en su mayoría. En las cajuelas de sus autos, en la banqueta, en la calle, corren y gritan para llamar la atención.


-¿No le tiene miedo a Covid?-

-¿Cual Covid? comenta enojada, nos quieres matar de hambre, eso es lo que pasao le tengo miedo al Covid, le tengo miedo a no poder darles de comer a mis hijos, a eso sí que le tengo miedo- dice mientras sus ojos se rasan de lágrimas.

-Y ¿a la policía?- le pregunto señalando lás más de 20 patrullas que se estacionan sobre la calle, preparándose para el desalojo y los elementos que se empiezan a juntar en el módulo de seguridad que se encuentra en la esquina.

-A esos si les tengo un poco de más miedo porque parecen perros y nos quitan lo poco que vendemos y nuestra mercancía que es todo lo que tenemos, pero estamos aletas para levantar de en minutos todo- dice mientras señala la cortinas a la mitad y los autos listos para arrancar...


Esta es la zona terminal, un fin de semana antes de la navidad. Sin  miedo al Covid, algo de miedo a la policía y mucho miedo a la miseria...