
¿Qué lleva y porqué?
El altar de muertos u ofrenda del Día de Muertos, es una tradición mexicana que ha trascendido fronteras. Lleva alimentos, veladoras, incienso, licor, flores, fotografías, música y objetos personales del difunto. Y para decorar, el papel picado.
Altar de muertos, atractivo internacional
Hay unas pequeñas, muy familiares; hay otras monumentales. El altar de día de muertos es incluso motivo de concursos en México. Muchos son visitados por turistas extranjeros por ser una tradición única en el mundo. En los hogares se preparan con respeto por los familiares para recordar y agasajar a los que ya se han ido.
En nuestro altar de muertos nunca puede faltar el agua, la fuente de vida. Es necesaria para calmar la sed del visitante después de su largo recorrido. Tampoco podemos olvidarnos de la sal, elemento de purificación que sirve para que el alma no se corrompa en su viaje de ida y vuelta.
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Calaveritas en el altar
Las calaveritas de azúcar, chocolate y amaranto, así como otros alfeñiques, hacen alusión a la muerte y de cierta forma, se burlan de ella, siendo costumbre escribirles en la frente el nombre del difunto.
Es costumbre también colocar una escultura de un perro Xoloizcuintle, que ayudará a las almas a pasar el río Chiconauhuapan para llegar al Mictlán; además, representa también la alegría de los niños difuntos.


